viernes, 23 de octubre de 2015

Cuándo invertir nuestro dinero


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¿En qué momento debo invertir?


Si tenemos pensado invertir y jamás lo hemos hecho: ¡stop! Es preciso tomar en consideración una serie de aclaraciones ya antes de lanzarse. Entre las primeras premisas es que sepamos lo que haces. O sea, no se debe invertir sin tener conocimientos sobre ello. Cualquiera está capacitado para aprender a invertir en Bolsa, solo que hay que dedicarle tiempo, mas vale la pena.


Hay distintas formas para aprender a invertir al alcance de todos. Existen muchosllibros, weblogs y redes sociales para inversiones que merecen la pena mirar. Por si fuera poco, hay páginas, como la de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) o bien la de Bolsas y Mercados Españoles (BME) en las que se ofrecen guías básicas para conocer mejor el planeta de la inversión en Bolsa y familiarizarse con conceptos tan esenciales como:
Liquidez: es la facilidad de adquirir y vender una acción.
Cuanto más invirtamos más peligro va a existir mas asimismo más capacidad de recompensa va a haber.
Saber qué es diversificar y que “no poniendo todos y cada uno de los huevos en exactamente la misma cesta” tenemos más probabilidades de éxito.
Sin embargo, la mayor parte comienza a invertir sin tener una capacitación básica. Si bien sea un fallo, es algo que acostumbra a pasar y, al final, es la mejor manera de percatarnos de que debemos invertir primer en nosotros mismos. Sin embargo, si nuestro antojo por invertir es enorme, puedes poner algo de dinero en renta fija, por servirnos de un ejemplo, mientras que vayamos preparándonos.

Mas, ¡ojo! No pensemos que debemos aguardar a iniciar a invertir en Bolsa cuando se tenga la total seguridad de que es el mejor instante habido y por haber. Esa certidumbre no la tiene absolutamente nadie. Basta con actuar con prudencia y los pies en el suelo.

Otra de las máximas básicas es que podemos invertir en qué momento ese dinero no nos sea preciso el día de mañana. Esto desea decir que solo hay que invertir en Bolsa aquel dinero que no se vaya a precisar en un corto plazo.

Si bien si invertimos en acciones pueden resultar simples de vender, si nos vemos obligados a vender es pues precisamos ese dinero y puede suceder que el costo al que las vendamos sea inferior al pagado, con lo que se incurriría en pérdida y a lo mejor no se reúne el dinero preciso. Rememorar entre los dichos tradicionales de la Bolsa: quien vende por necesidad, pierde por obligación.

¿De qué manera invertir?


Cuando uno decide invertir en Bolsa, siempre y en todo momento acostumbra a surgir exactamente la misma pregunta: ¿de qué manera puedo hacerlo? Primeramente hay que tener claro que en ella existen diferentes géneros de valores y también instrumentos que cotizan en la Bolsa si bien las acciones sean las más sonadas para todos.
Como es lógico, ya antes de lanzarse al bonito juego de la Bolsa hay que meditar en el género de inversión que se marcha a realizar ( a largo, medio o bien corto plazo, peligrosa o bien conservadora). Una vez tengamos claro nuestro perfil como inversor podemos darle al “start”.

Más tarde deberemos buscar un intercesor financiero que se ocupe de ejecutar las operaciones de adquiere y venta de acciones en tanto que por nosotros mismos no podemos comunicarnos con el mercado.

Podemos resumir a estos mediadores como: entidades de crédito (bancos y cajas de ahorro), Sociedades de Valores y Agencias de Valores y Bolsas. Si no deseamos dedicarle bastante tiempo a ello en tanto que procuramos la comodidad de invertir en un largo plazo sin apenas efectuar operaciones, la primera es una alternativa que escogen muchos pequeños inversores.

Ya antes de decidirse por uno, es esencial que estudiemos con detalle las comisiones que cambian mucho entre ellos y el asesoramiento que nos ofrecen. Debemos tener precaución con los llamados puestos financieros que operan sin licencia. Son entidades que se ocultan de firmas de inversión con el objetivo de apropiarse del capital que sus clientes del servicio les confían.

Una vez nos hayamos decidido, el próximo paso sería abrir una cartera de valores. A fin de que nos comprendamos entre nosotros es como una cuenta en la que en lugar de tener dinero contiene acciones. Ahí es donde verdaderamente va a estar el dinero invertido y donde se van a recoger las ganancias. Desde este instante todo es más veloz. El inversor debe contactar con el bróker por teléfono o bien por correo para concretarme las operaciones que desea efectuar.

Por si fuera poco, en los últimos tiempos y merced a los avances en la tecnología, el Internet ha ganado terreno a los 2 procedimientos más tradicionales precedentes. De esta manera, el bróker puede poner a nuestra predisposición una plataforma de trading virtual en la que podemos adquirir y vender sin precisar el mediador.

Para finalizar, debemos demandar a nuestro mediador el envío de información periódica sobre el estado de nuestras inversiones y de los gastos producidos por su mantenimiento y custodia, tal como información puntual de cada liquidación que se le practique por las operaciones efectuadas o bien por los servicios prestados con sus inversiones.